El oro alcanza un récord de 3843 dólares mientras los temores de cierre paralizan los mercados

El oro rompe barreras históricas superando 3.800 dólares por primera vez. La crisis política estadounidense impulsa la demanda de refugio seguro.

El precio del oro ha establecido un nuevo máximo histórico al superar los 3.812 dólares por onza el 29 de septiembre de 2025, marcando el 37º récord del año y consolidando una tendencia alcista extraordinaria que ha llevado al metal precioso a revalorizarse más del 45% en lo que va de año.

Factores impulsores del rally histórico

Debilidad del dólar y política monetaria

La debilidad del índice dólar, que cayó un 0.3%, ha sido un factor clave en el repunte del oro, abaratando su precio para compradores extranjeros. Las expectativas de recortes adicionales en los tipos de interés por parte de la Reserva Federal han intensificado este impulso, con los operadores asignando una probabilidad del 90% a una rebaja de 25 puntos básicos en octubre.

El entorno de tipos de interés más bajos reduce el coste de oportunidad de mantener oro, que no genera rendimientos como dividendos o intereses. Los analistas de UBS señalan que “el oro seguirá alcanzando nuevos máximos en los próximos trimestres” debido a este contexto monetario.

Amenaza de cierre del gobierno estadounidense

Los temores de un cierre del gobierno federal estadounidense a partir del 1 de octubre han intensificado la demanda de activos refugio. Las negociaciones entre republicanos y demócratas permanecen estancadas, con probabilidades del 77% de que se declare un cierre si no se alcanza un acuerdo antes de la medianoche del martes.

Un posible cierre no solo paralizaría servicios gubernamentales no esenciales, sino que también suspendería la publicación de datos económicos cruciales, incluido el informe de empleo de septiembre, creando un vacío informativo que podría generar mayor volatilidad en los mercados.

Demanda institucional sin precedentes

Los bancos centrales se han convertido en el principal motor de la demanda de oro, con compras que superarán las 1.100 toneladas en 2025, el nivel más alto desde que existen registros modernos. China, Rusia, India y Turquía lideran esta tendencia de diversificación de reservas.

Por primera vez desde 1996, los bancos centrales poseen ahora más oro que bonos del Tesoro estadounidense, y el oro ha superado al euro como segundo activo de reserva más importante a nivel global después del dólar.

Los fondos cotizados en bolsa (ETF) también han registrado entradas significativas, con el SPDR Gold Trust (GLD) añadiendo 8.87 toneladas en una sola sesión. Según Deutsche Bank, la demanda de ETF está teniendo una influencia 50% más fuerte sobre los precios del oro comparado con periodos anteriores.

Perspectivas futuras

Proyecciones alcistas

Los analistas mantienen perspectivas optimistas para el metal precioso. Goldman Sachs prevé que el oro alcance los 3.700 dólares a finales de 2025 y 4.000 dólares a mediados de 2026, con potencial de llegar a 5.000 dólares en caso de una crisis de confianza en la Reserva Federal.

Deutsche Bank pronostica que el oro podría superar los 4.000 dólares antes de que termine el año, mientras que algunos escenarios más agresivos apuntan hacia los 5.000 dólares si las políticas de Trump afectan la credibilidad de la Fed.

Contexto geopolítico

Las tensiones geopolíticas persistentes, incluyendo conflictos en Oriente Medio y Europa, junto con las nuevas sanciones a Irán, mantienen viva la demanda de refugio seguro. La experiencia de las sanciones a Rusia ha convencido a muchos gobiernos de reducir su exposición al dólar y diversificar hacia activos tangibles.

Comparación histórica

El comportamiento actual del oro es histórico por su magnitud y duración. El metal precioso encadena seis semanas consecutivas al alza y ha establecido 37 nuevos máximos históricos solo en 2025. Esta racha supera incluso la fiebre del oro de 1980, marcando la primera vez en medio siglo que el oro supera su pico histórico en términos ajustados a la inflación.

James Luke, gestor de fondos de Schroders, considera que “la transición del oro como inversión nicho a activo real de pleno derecho solo acaba de empezar”, sugiriendo que el rally actual podría tener aún más recorrido.

La confluencia de factores monetarios, geopolíticos e institucionales ha creado un entorno prácticamente perfecto para el oro, posicionándolo como el activo con mejor rendimiento de 2025 y reforzando su papel tradicional como refugio en tiempos de incertidumbre global.

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