La bolsa tokenizada se dispara hasta los 412 millones de dólares, lo que alarma a Wall Street

La tokenización bursátil alcanza 412 millones alarmando Wall Street. Nasdaq y reguladores debaten el futuro de los mercados digitales mientras Citadel advierte riesgos.

La tokenización de valores bursátiles ha experimentado un crecimiento explosivo durante 2025, alcanzando los 412 millones de dólares en capitalización de mercado para acciones públicas tokenizadas dirigidas a inversores minoristas. Este aumento dramático desde apenas unos pocos millones de dólares hace un año ha generado preocupaciones significativas entre las instituciones tradicionales de Wall Street y los reguladores sobre los riesgos potenciales para los inversores y la estabilidad del mercado.

La carrera por la tokenización acelera el debate regulatorio

Las principales empresas de criptomonedas están compitiendo por ofrecer tokens vinculados a acciones reales, aprovechando la postura favorable hacia las criptomonedas de la administración Trump y los esfuerzos por implementar regulaciones más amigables. Robinhood, Gemini y Kraken han lanzado acciones tokenizadas en Europa, mientras que Coinbase, Robinhood y la startup Dinari buscan aprobación regulatoria para productos similares en Estados Unidos.

El movimiento más significativo provino de Nasdaq, que en septiembre se convirtió en la primera gran bolsa en proponer la oferta de acciones tokenizadas. La propuesta busca permitir que las acciones se negocien las 24 horas del día, los 7 días de la semana, con liquidaciones instantáneas y costos de transacción reducidos.

Preocupaciones de Wall Street sobre la fragmentación del mercado

Citadel Securities y otras instituciones financieras tradicionales han expresado serias reservas sobre esta tendencia acelerada. En una carta formal a la SEC, Citadel advirtió que la tokenización podría “drenar liquididad” de los mercados públicos tradicionales y crear “nuevos fondos de liquidez que son inaccesibles” para inversores institucionales clave como fondos de pensiones, bancos y dotaciones.

La firma argumenta que permitir valores tokenizados sin un marco regulatorio claro podría crear ventajas injustas para las plataformas de criptomonedas y fragmentar la liquidez del mercado. Citadel enfatizó que “los emisores de tokens deben lograr el éxito ofreciendo innovación y eficiencia reales a los participantes del mercado, en lugar de a través de arbitraje regulatorio autointeresado”.

Riesgos de protección al inversor y derechos accionarios

Una de las principales preocupaciones identificadas por expertos legales y reguladores es que muchos productos tokenizados no otorgan los mismos derechos que las acciones tradicionales. Aunque se comercializan como acciones, estos tokens rara vez ofrecen las mismas divulgaciones y protecciones que las acciones tradicionales, funcionando más como derivados riesgosos.

Diego Ballón Ossio de Clifford Chance señaló: “Estás comprando exposiciones a esas acciones a través de instrumentos sintéticos”. Los inversores que poseen tokens pero no las acciones subyacentes no pueden votar, recibir dividendos directos o demandar por divulgaciones corporativas.

La respuesta regulatoria de Nasdaq y la SEC

La propuesta de Nasdaq busca abordar estas preocupaciones estableciendo que los valores tokenizados deben ser fungibles con las acciones tradicionales, compartir el mismo número CUSIP y otorgar a los accionistas derechos idénticos. Las operaciones se ejecutarían en el mismo libro de órdenes que las acciones tradicionales, manteniendo la prioridad de ejecución y los mecanismos de transparencia.

La SEC ha indicado que tratará los valores tokenizados como valores regulares, declarando en julio que “los valores tokenizados siguen siendo valores”. Sin embargo, la agencia aún debe aprobar la propuesta de Nasdaq, con una decisión esperada dentro de 45 a 90 días.

Expansión global y casos de uso emergentes

Robinhood ha liderado la expansión internacional, lanzando más de 200 acciones estadounidenses tokenizadas en la Unión Europea en junio de 2025. Los tokens permiten operaciones las 24 horas, acceso fraccionario y pagos directos de dividendos, aunque sin derechos de voto y sin protección del esquema de compensación de inversores de la UE.

El CEO de Robinhood, Vlad Tenev, describió la tokenización como un “tren de carga imparable” que “eventualmente se comerá todo el sistema financiero”. La empresa también planea expandirse a tokens de empresas privadas como OpenAI y SpaceX, aunque estos productos enfrentan restricciones regulatorias significativas en Estados Unidos.

Perspectivas del mercado y proyecciones futuras

Los analistas proyectan que el mercado de tokenización podría alcanzar 16 billones de dólares para 2030, con el mercado global de tokenización esperado para crecer de 865.54 mil millones en 2024 a 5.25 billones de dólares para 2029. Los activos tokenizados de tesorerías y fondos del mercado monetario ya han alcanzado 7.4 mil millones de dólares en 2025, un aumento del 80% año tras año.

Larry Fink, CEO de BlackRock, afirmó que “cada acción, bono y fondo puede ser tokenizado. Si eso sucede, transformará la inversión” ya que “los mercados no necesitarían cerrarse y las transacciones que actualmente toman días podrían liquidarse en segundos”.

Desafíos regulatorios y fragmentación jurisdiccional

La Federación Mundial de Bolsas ha instado a los reguladores a abordar la tokenización, citando protecciones inadecuadas al inversor y fragmentación de liquidez. La organización expresó apoyo a la propuesta de Nasdaq porque trataría los tokens de manera similar a las acciones tradicionales.

En Europa, el Banco de Lituania ha solicitado aclaraciones sobre la estructura de los tokens de acciones de Robinhood, cuestionando si cumplen realmente con MiFID II como derivados. Esta incertidumbre regulatoria cross-jurisdiccional complica el cumplimiento y podría crear lagunas legales que los inversores no comprenden completamente.

La tokenización de valores representa una transformación potencial del sistema financiero global, pero su implementación requiere un equilibrio cuidadoso entre innovación y protección al inversor. Mientras Wall Street observa con cautela, el crecimiento del mercado hasta 412 millones de dólares señala que esta revolución digital ya está en marcha, obligando a reguladores y participantes del mercado a adaptarse rápidamente a esta nueva realidad financiera.

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