Los mercados mundiales caen ante el temor a un fraude bancario en Estados Unidos
Zions y Western Alliance revelan préstamos fraudulentos por 150 millones, desatando pánico global en mercados. Europa pierde 3%, Asia tambalea y oro alcanza récord histórico.
Los mercados financieros globales registraron fuertes caídas este viernes 17 de octubre ante el temor generado por la revelación de préstamos fraudulentos en dos bancos regionales estadounidenses, Zions Bancorporation y Western Alliance Bancorp, que reavivaron los fantasmas de la crisis bancaria de 2023 y pusieron en alerta a inversores de todo el mundo.
El detonante: fraudes millonarios en la banca regional
El jueves 16 de octubre, Zions Bancorp anunció que asumiría una cancelación de 50 millones de dólares relacionada con dos préstamos comerciales e industriales otorgados por su filial California Bank & Trust en San Diego, tras identificar “aparentes tergiversaciones e incumplimientos contractuales por parte de los prestatarios y deudores, así como otras irregularidades”. La entidad constituyó una provisión total de aproximadamente 60 millones de dólares y presentó una demanda judicial en California para recuperar los fondos.
Paralelamente, Western Alliance Bancorp reveló que había iniciado en agosto una demanda contra Cantor Group V, LLC por una línea de crédito revolvente, “alegando fraude por parte del prestatario” al no proporcionar préstamos con garantía en primera posición, violando los términos contractuales. Ambos bancos prestaron más de 150 millones de dólares a estos fondos que invirtieron en hipotecas comerciales en dificultades.
Desplome inmediato en Wall Street
La reacción de los mercados fue fulminante. Las acciones de Zions se desplomaron más del 13% el jueves, mientras que Western Alliance cayó más del 10%. El índice bancario regional KBW sufrió su mayor caída desde abril, cerrando con una reducción del 6,3% y alcanzando su nivel más bajo desde junio. El SPDR S&P Regional Banking ETF (KRE) perdió más del 6%, con casi todas sus entidades miembro finalizando en rojo.
Los principales índices estadounidenses también sintieron el impacto. El S&P 500 cerró a la baja, mientras el índice de volatilidad VIX —conocido como el “índice del miedo”— se disparó de 19,8 a niveles cercanos a 27 puntos, reflejando el nerviosismo extremo de los inversores.
Efecto contagio: Europa y Asia bajo presión
La turbulencia bancaria estadounidense se propagó rápidamente a los mercados globales durante la jornada del viernes. En Europa, el sector financiero sufrió pérdidas generalizadas: el índice Stoxx Europe 600 Banks cayó aproximadamente 3,1%, con Deutsche Bank y Barclays desplomándose más del 6%, Société Générale un 4,6%, y Standard Chartered y Barclays en Londres perdiendo más del 5%.
Los principales índices europeos registraron retrocesos significativos: el DAX alemán cayó 2% hasta los 23.783,64 puntos, el FTSE 100 británico perdió 1,5% a 9.293,24 puntos, y el CAC 40 francés retrocedió 0,8% a 8.126,52 puntos. En España, la banca europea registró fuertes caídas contagiada por los descensos de Wall Street.
Los mercados asiáticos tampoco escaparon a la onda expansiva, con valores financieros en Asia y Australia experimentando caídas importantes durante la sesión del viernes.
El contexto: quiebras previas alimentan la incertidumbre
Los problemas en Zions y Western Alliance no ocurren de forma aislada. Las recientes quiebras del proveedor automovilístico First Brands y del prestamista subprime Tricolor en septiembre ya habían generado nerviosismo en los mercados crediticios. First Brands se declaró en bancarrota con más de 10.000 millones de dólares en pasivos, dejando expuestos a instituciones como Jefferies (con 715 millones de dólares en riesgo), UBS (500 millones) y un joint venture entre Norinchukin Bank y Mitsui & Co (1.750 millones).
Además, un acreedor de First Brands alegó que aproximadamente 2.300 millones de dólares “simplemente desaparecieron” del proveedor de autopartes en quiebra, que actualmente está bajo investigación del Departamento de Justicia estadounidense. Jamie Dimon, consejero delegado de JPMorgan Chase, advirtió esta semana: “Cuando ves una cucaracha, probablemente haya más”, en referencia a estas situaciones crediticias problemáticas.
Búsqueda de refugio: oro y divisas seguras
Ante el deterioro del apetito por el riesgo, los inversores se refugiaron masivamente en activos considerados seguros. El oro alcanzó nuevos máximos históricos, superando los 4.380 dólares por onza el viernes, mientras que la plata también estableció récords, rompiendo la barrera de los 54 dólares por onza. El metal precioso acumula una revalorización de casi 66% en lo que va de año.
El dólar estadounidense se debilitó significativamente, con el euro apreciándose un 0,36% hasta cotizar en 1,169 dólares y superando en un momento el umbral de 1,17 dólares, cerca de sus máximos anuales. Las divisas consideradas refugio tradicional, como el yen japonés y el franco suizo, experimentaron ganancias sustanciales frente al billete verde.
Por el contrario, el bitcoin se desplomó hasta un 5%, regresando al entorno de los 105.000 dólares, mientras otras criptomonedas como Binance Coin, Solana, XRP, Dogecoin y Cardano sufrieron pérdidas que rozaron o superaron el 10%.
Comparaciones con 2023: ¿crisis sistémica o casos aislados?
Los acontecimientos han despertado inevitables comparaciones con la crisis bancaria de 2023, cuando la quiebra de Silicon Valley Bank provocó una oleada de pánico que afectó a múltiples entidades regionales estadounidenses. La exposición del sector bancario a dos recientes quiebras automovilísticas ha reavivado las preocupaciones sobre las normas de concesión de préstamos y la calidad crediticia.
Sin embargo, algunos analistas intentan contener el pánico. David Wagner, responsable de renta variable de Aptus Capital Advisors, señaló que “las quiebras y el fraude son naturales en los mercados, pero no siempre conducen a algo sistémico”. Russ Mould, director de inversiones de AJ Bell, comentó: “Ciertos sectores de la banca estadounidense, particularmente los bancos regionales, han generado preocupación en el mercado”, añadiendo que los inversores se preguntan si esto indica una gestión de riesgos inadecuada y prácticas crediticias laxas.
Pese a estos intentos de tranquilidad, expertos como Peter Corey de Pave Finance advirtieron sobre la naturaleza “opaca” del mercado de crédito privado, señalando que la falta de transparencia puede alimentar una ola importante de preocupación incluso cuando los problemas subyacentes podrían estar contenidos.
Perspectivas: ¿señal temprana de excesos crediticios?
Los analistas advierten que estos eventos podrían ser señales tempranas de excesos en el mercado crediticio. Las tasas de impago en deuda privada han alcanzado el 5,5% según los últimos datos del segundo trimestre, según Mark Dowding, director de inversiones de RBC BlueBay Asset Management.
Los préstamos bancarios a instituciones financieras no depositarias (NDFI, por sus siglas en inglés) totalizaban 1,14 billones de dólares en marzo de 2025, según datos de la Reserva Federal de St. Louis, representando el segmento de crédito de más rápido crecimiento con un aumento anual del 26% desde 2012. Este tipo de préstamos a entidades no reguladas se ha convertido en foco de preocupación tras los casos de fraude revelados.
Jamie Dimon de JPMorgan reflexionó: “Hemos experimentado un mercado alcista en crédito desde alrededor de 2010… Estos podrían ser indicadores tempranos de excesos potenciales. Si ocurre una desaceleración económica, podríamos encontrar significativamente más desafíos crediticios”.
Recuperación parcial y volatilidad persistente
Aunque los bancos estadounidenses lograron recuperar parte de las pérdidas el viernes, repuntando en operaciones agitadas, la volatilidad persiste en un contexto complicado por el cierre parcial del gobierno federal estadounidense que entra en su segunda semana, las tensiones comerciales escaladas entre Estados Unidos y China, y la incertidumbre sobre las perspectivas económicas globales.
Tanto Zions como Western Alliance intentaron calmar los nervios. Western Alliance enfatizó que sus “activos criticados totales fueron inferiores a los del 30 de junio” y reafirmó su guía financiera para 2025, mientras que Zions caracterizó la situación como aislada. Sin embargo, como observó Brian Mulberry de Zacks Investment Management, “Zions enfrenta el desafío de demostrar que se trata de un evento aislado y no indicativo de una debilidad más amplia en la supervisión o el control crediticio”.
Los próximos resultados trimestrales de los bancos regionales, esperados en los próximos días, serán cruciales para determinar si estos casos representan problemas aislados o el inicio de un nuevo ciclo de inestabilidad financiera en el sistema bancario estadounidense.