El dólar fuerte alcanza su máximo en seis meses ante las señales belicistas de la Fed
Fed cierra la puerta a recortes: dólar dispara hacia máximos de seis meses mientras mercados giran 180°.
El índice del dólar estadounidense (DXY) ha tocado máximos de seis meses en noviembre de 2025, consolidando la fortaleza de la divisa estadounidense tras un cambio sustancial en las expectativas sobre la política monetaria de la Reserva Federal. El pulso es claro: mientras que hace apenas semanas el mercado descuentaba con certeza un recorte de tipos en diciembre, ahora solo estima entre el 34% y el 35% la probabilidad de una reducción, según datos del CME FedWatch Tool y futuros de fondos federales.
El giro hawkista de la Fed presiona al dólar hacia arriba
Las actas de la reunión de octubre de la Reserva Federal, divulgadas el pasado miércoles, revelaron una división profunda entre los gobernadores sobre si procede un recorte en diciembre. Los participantes expresaron puntos de vista “fuertemente divergentes” sobre la política apropiada para el próximo mes, una indicación clara de que el consenso se ha evaporado.
Los responsables de política monetaria más hawkistas han dejado sus posiciones muy claras. Lorie Logan, presidenta de la Reserva Federal de Dallas, señaló que le resultaría difícil apoyar otro recorte de tipos a menos que la inflación caiga más rápidamente o el mercado laboral muestre un enfriamiento más pronunciado. Por su parte, Beth Hammack, presidenta de la Reserva Federal de Cleveland, indicó que no es obvio que el banco central deba tomar medida alguna en este momento.
Este cambio de tono resulta especialmente significativo tras semanas en las que la mayoría de analistas y traders confiaban en que la Fed proporcionaría alivio adicional en diciembre. Jerome Powell, presidente de la Reserva Federal, subrayó recientemente que un recorte en diciembre dista mucho de estar garantizado, dado el amplio espectro de opiniones dentro del comité.
Las razones detrás de la fortaleza del dólar
El ascenso de la divisa estadounidense tiene múltiples raíces. En primer término, el cambio radical en las expectativas sobre política monetaria ha resultado decisivo. A medida que los operadores redujeron drásticamente sus apuestas por recortes de la Fed, los rendimientos de los bonos del Tesoro estadounidenses se elevaron, atrayendo capitales extranjeros en busca de activos denominados en dólares.
En segundo lugar, los datos económicos estadounidenses han sorprendido al alza. La revisión al alza del PIB del segundo trimestre a una tasa anualizada del 3,8%, combinada con cifras positivas en bienes duraderos y solicitudes de desempleo inferiores a lo esperado, ha reforzado la narrativa de resiliencia económica estadounidense, reduciendo las expectativas de recortes de tipos agresivos.
Además, el contexto geopolítico y comercial juega un papel determinante. La insistencia del presidente Trump en políticas arancelarias y la consiguiente incertidumbre fiscal estadounidense han reforzado el apetito por la divisa estadounidense como activo de refugio. Simultáneamente, la fortaleza comparativa del dólar contrasta con la debilidad de otras monedas, particularmente el euro, que sufre bajo el peso del estancamiento económico de la zona euro y los recortes agresivos del Banco Central Europeo.
El pulso de noviembre: datos de empleo y el camino hacia diciembre
Aunque las actas de octubre mostraron escepticismo sobre un recorte en diciembre, los datos de empleo retrasados por el cierre administrativo estadounidense pueden aún alterar el panorama. Los informes de nómina no agrícola (NFP) retrasados ofrecerán pistas cruciales sobre la solidez del mercado laboral, el segundo objetivo de la Fed después del control de la inflación.
Un mercado laboral más débil de lo esperado podría renovar las apuestas por un recorte; sin embargo, la posición actual del mercado es clara: el consenso se ha inclinado hacia una pausa de la Fed en diciembre, reforzando la fortaleza del dólar.
Perspectiva para los próximos meses
Según analistas financieros, el dólar podría mantener su fortaleza en el corto plazo, aunque con matices. Goldman Sachs y otras grandes instituciones mantienen proyecciones mixtas, algunos viendo depreciación estructural a largo plazo, mientras que otros esperan estabilización en los niveles actuales.
Lo cierto es que el dólar ha transitado desde los mínimos cercanos a los 97 puntos en junio de 2025 hasta máximos de seis meses por encima de los 100 puntos, marcando una revaluación de aproximadamente el 3,2% en solo seis meses.
Implicaciones globales de un dólar más fuerte
Un dólar más fuerte tiene consecuencias que trascienden los mercados de divisas. Para países con deuda denominada en dólares estadounidenses, la presión es inmediata; para importadores de productos estadounidenses, los costos suben; y para los mercados emergentes que dependen de la financiación en dólares, la situación se torna más compleja. Inversamente, el dólar fuerte beneficia a los ahorradores estadounidenses y reduce presiones inflacionarias para los importadores estadounidenses.
Conclusión: Vigilancia atenta de December
Con el dólar tocando máximos de seis meses y la Fed mostrando resistencia a nuevos recortes, los próximos datos económicos—particularmente de empleo e inflación—serán cruciales para determinar si esta fortaleza persiste o si cede ante cambios en las perspectivas económicas. Lo que está claro es que el mercado ha descartado prácticamente un escenario de relajación monetaria acelerada en diciembre, consoliding la posición alcista del dólar estadounidense en el corto plazo.