GSK invierte 30 000 millones de dólares en sus operaciones estadounidenses ante la amenaza de los aranceles aduaneros
GSK contraataca con $30 mil millones: la jugada maestra contra los aranceles del 250%. Trump presiona, las farmacéuticas invierten masivamente.
Una respuesta estratégica a las presiones comerciales de Trump
La farmacéutica británica GlaxoSmithKline (GSK) anunció ayer una inversión histórica de 30 000 millones de dólares en Estados Unidos durante los próximos cinco años, una decisión estratégica que llega en un momento crítico marcado por las amenazas arancelarias de la administración Trump y su segunda visita de estado al Reino Unido.
Un anuncio con trasfondo diplomático
El momento elegido para este anuncio no es casualidad. GSK reveló sus planes de inversión justo cuando el presidente estadounidense Donald Trump arribaba al Reino Unido para su segunda visita de estado, un evento descrito como “histórico” e “sin precedentes” por el primer ministro británico Keir Starmer. La visita, que se extiende del 16 al 18 de septiembre de 2025, ha servido como plataforma para que múltiples empresas anuncien importantes compromisos de inversión.
“Esta inversión histórica creará decenas de miles de empleos estadounidenses y garantizará que los medicamentos y tecnologías críticos se desarrollen y manufacturen aquí mismo en suelo estadounidense, donde pertenecen”, declaró el secretario de Comercio de Estados Unidos, Howard Lutnick.
Detalles de la inversión multimillonaria
La inversión de 30 000 millones de dólares incluye un componente inicial de 1200 millones de dólares destinado a instalaciones de manufactura avanzada. Este monto específico comprende:
Nuevas instalaciones de producción: La construcción de una nueva fábrica de productos biológicos en Upper Merion, Pensilvania, especializada en medicamentos para enfermedades respiratorias (EPOC y asma) y tratamientos contra el cáncer. La construcción está programada para comenzar en 2026.
Tecnología e inteligencia artificial: Implementación de capacidades avanzadas de IA y tecnología digital en las cinco plantas manufactureras existentes de GSK distribuidas en cuatro estados: Pensilvania, Carolina del Norte, Maryland y Montana.
Capacidades de manufactura: Nuevas instalaciones para la producción de sustancias farmacéuticas y mejoras en el ensamblaje de dispositivos y autoinyectores.
La presión arancelaria como catalizador
Las amenazas arancelarias de Trump han sido un factor determinante en esta decisión. El presidente estadounidense ha advertido que los aranceles sobre productos farmacéuticos podrían alcanzar hasta el 250%, comenzando con una “pequeña tarifa” que se incrementaría gradualmente hasta el 150% en un plazo de 12 a 18 meses, para finalmente llegar al 250%.
“Queremos que los productos farmacéuticos se fabriquen en nuestro país”, declaró Trump en una entrevista con CNBC. Esta presión ha resultado efectiva, ya que la industria farmacéutica ha anunciado colectivamente inversiones superiores a los 350 000 millones de dólares en Estados Unidos durante esta década.
Impacto en investigación y desarrollo
La inversión de GSK no se limitará a la manufactura. La compañía espera que Estados Unidos se posicione como el primer país a nivel mundial en número de estudios, sitios y participantes en ensayos clínicos conducidos por GSK durante los próximos cinco años. Esta expansión incluye inversiones de capital en toda la cadena de suministro estadounidense y un incremento significativo en actividades de descubrimiento y desarrollo de fármacos.
Contexto empresarial y precedentes
GSK no está sola en esta estrategia defensiva. Otras farmacéuticas como Eli Lilly, Johnson & Johnson, AstraZeneca y Merck han anunciado inversiones similares en territorio estadounidense. AstraZeneca comprometió 50 000 millones de dólares, Johnson & Johnson destinó 55 000 millones, y Eli Lilly anunció 27 000 millones para cuatro nuevas plantas manufactureras.
La CEO de GSK, Emma Walmsley, enfatizó que estas inversiones “fortalecerán el liderazgo de ambos países en ciencias de la vida” y que las nuevas instalaciones “conectarán I+D y manufactura tanto en Estados Unidos como en el Reino Unido”.
Perspectiva financiera y mercado
Estados Unidos representa aproximadamente la mitad de los ingresos de GSK, lo que subraya la importancia estratégica de este mercado para la compañía. La inversión anunciada se suma a los aproximadamente 2000 millones de dólares que GSK ha destinado a la manufactura estadounidense en los últimos 12 meses, incluyendo una nueva instalación de 800 millones de dólares en Marietta, Pensilvania, cuya construcción comenzó en octubre de 2024.
Creación de empleo y impacto económico
Las nuevas inversiones generarán cientos de empleos altamente calificados, además de los puestos de trabajo en construcción, sumándose a la plantilla actual de aproximadamente 15 000 empleados de GSK en Estados Unidos. La expansión incluye no solo personal de producción, sino también especialistas en investigación, desarrollo de fármacos y tecnología avanzada.
Reacción del mercado y análisis
Aunque GSK no especificó si los 30 000 millones de dólares incluyen fondos ya destinados previamente a sus operaciones estadounidenses, fuentes de la industria farmacéutica han informado que varias empresas han incorporado proyectos ya en desarrollo para inflar las cifras de inversión anunciadas bajo la administración Trump.
Implicaciones para el futuro de la industria
Esta inversión masiva refleja una tendencia más amplia en la industria farmacéutica, donde las compañías están relocalizando operaciones críticas para mitigar riesgos arancelarios y fortalecer la resiliencia de sus cadenas de suministro. El enfoque de “fabricar en Estados Unidos para Estados Unidos” se está convirtiendo en una estrategia empresarial fundamental.
Conclusiones
La inversión de GSK representa mucho más que una simple expansión comercial; constituye una respuesta estratégica calculada ante un entorno comercial cada vez más proteccionista. Mientras Trump continúa presionando para la relocalización de la manufactura farmacéutica, las empresas como GSK están adaptando sus estrategias globales para mantener el acceso al mercado estadounidense más lucrativo del mundo.
Esta decisión no solo fortalece la posición competitiva de GSK en el mercado estadounidense, sino que también demuestra cómo las políticas comerciales pueden influir directamente en las decisiones de inversión corporativa a escala global. El éxito de esta estrategia dependerá en gran medida de la capacidad de GSK para ejecutar eficientemente estas inversiones masivas mientras mantiene su competitividad en un mercado farmacéutico global cada vez más complejo.