Jared Kushner lidera la compra de Electronic Arts por 55 000 millones de dólares

El yerno de Trump cierra el deal más grande de Wall Street. Arabia Saudita se convierte en el nuevo dueño del imperio gaming de EA Sports y The Sims.

El yerno del presidente Donald Trump encabeza la adquisición más grande de la historia mediante capital privado junto con el fondo soberano de Arabia Saudita

Electronic Arts (EA), el gigante de los videojuegos creador de franquicias icónicas como The Sims, Battlefield y Madden NFL, será adquirida por 55 000 millones de dólares en lo que constituye la operación de compra apalancada más grande de la historia. La transacción está liderada por un consorcio que incluye a Jared Kushner, yerno del presidente Donald Trump, junto con el Fondo de Inversión Pública de Arabia Saudita (PIF) y la firma de capital privado Silver Lake.

Los protagonistas del acuerdo histórico

La adquisición será financiada por tres actores principales: el PIF saudita, que se convertirá en el accionista mayoritario, Silver Lake Partners con su experiencia en tecnología, y Affinity Partners, la firma de inversión fundada por Kushner en 2021. Según fuentes cercanas a las negociaciones, Kushner desempeñó un papel central en facilitar las conversaciones iniciales entre EA y el fondo saudita, manteniendo el impulso del acuerdo cuando las negociaciones se ralentizaron a mediados de año.

Los accionistas de EA recibirán 210 dólares por acción en efectivo, lo que representa una prima del 25% sobre el precio de las acciones antes del anuncio del acuerdo. La transacción se financiará con aproximadamente 36 000 millones de dólares en capital y 20 000 millones en deuda organizada por JPMorgan Chase.

La estrategia saudita en los videojuegos

Esta adquisición forma parte de una estrategia más amplia de Arabia Saudita para diversificar su economía más allá del petróleo e invertir masivamente en el sector del entretenimiento digital. El país ha comprometido 38 000 millones de dólares en inversiones en videojuegos como parte de su Visión 2030, con el objetivo de transformar el reino en un centro mundial de gaming y esports.

El PIF ya poseía aproximadamente el 10% de EA antes de este acuerdo y ha realizado inversiones estratégicas en otras compañías del sector, incluyendo participaciones en Nintendo, Take-Two Interactive y Activision Blizzard. A través de su brazo gaming Savvy Games Group, el fondo saudita adquirió previamente Scopely por 4900 millones de dólares.

Implicaciones para la industria

La operación convierte a EA en una empresa privada después de 36 años cotizando en bolsa, lo que permitirá a la compañía tomar decisiones estratégicas a largo plazo sin la presión de cumplir con las expectativas trimestrales de los mercados públicos. Andrew Wilson continuará como CEO desde la sede de Redwood City, California.

EA Sports, responsable de franquicias deportivas masivas como EA Sports FC (anteriormente FIFA), Madden NFL y NHL, se beneficiará del respaldo financiero para expandir su presencia en mercados internacionales, particularmente en Oriente Medio. La compañía generó 7350 millones de dólares en ingresos durante 2025, impulsada por el exitoso relanzamiento de su serie College Football.

El rol de Kushner y las conexiones políticas

La participación de Kushner añade una dimensión política significativa al acuerdo, especialmente considerando su papel como asesor senior de Trump durante su primer mandato presidencial. Su firma Affinity Partners, que maneja 5400 millones de dólares en activos, ha recibido aproximadamente 2000 millones de dólares del PIF saudita.

Expertos sugieren que la inclusión de Kushner podría facilitar la aprobación regulatoria del Comité de Inversión Extranjera en Estados Unidos (CFIUS), que debe revisar transacciones que involucran compradores extranjeros. La operación aún requiere la aprobación de los accionistas y las autoridades regulatorias, aunque se espera un proceso relativamente fluido dado que no se trata de una fusión entre competidores directos.

Perspectivas futuras

El acuerdo, que se espera cierre en el primer trimestre del año fiscal 2027 (primavera-verano de 2026), posiciona a EA para acelerar la innovación en tecnologías emergentes como la inteligencia artificial y los servicios en la nube. Sin embargo, también plantea interrogantes sobre el futuro de algunas franquicias menos rentables, ya que la compañía deberá generar suficiente flujo de caja para serviciar la deuda de 20 000 millones de dólares.

Para los jugadores, el cambio de propiedad podría significar una mayor inversión en deportes electrónicos y una expansión más agresiva en mercados internacionales, especialmente aprovechando las conexiones del PIF en la región del Golfo Pérsico. La transacción marca un momento decisivo no solo para EA, sino para toda la industria del gaming, que continúa atrayendo inversiones masivas de fondos soberanos y firmas de capital privado en busca de activos de entretenimiento estables y con crecimiento a largo plazo.

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