El oro alcanza un récord de 3.685 $ antes de la decisión de la Fed

El oro explota a 3.685 $ con Goldman Sachs prediciendo 4.000 $. La Fed podría desencadenar una fiebre del oro históricas.

El metal precioso continúa su progresión espectacular en septiembre de 2025, estableciendo nuevos máximos históricos mientras los inversores se preparan para la primera bajada de las tasas de interés estadounidenses desde diciembre de 2024. Esta subida fulminante refleja una convergencia única de factores macroeconómicos, geopolíticos y monetarios que redefinen el panorama financiero mundial.

Un Ascenso Sin Precedentes

El oro ha superado un nuevo récord histórico al alcanzar los 3.689,27 dólares la onza el 16 de septiembre de 2025, marcando su 33ª subida récord del año. Este rendimiento excepcional sitúa al metal amarillo con una subida de casi el 40% desde principios de 2025, tras un salto del 27% en 2024. La trayectoria del oro testimonia una dinámica alcista notablemente sostenida, con ganancias acumuladas que superan ampliamente las de los principales índices bursátiles.

La trayectoria ascendente del oro se ha acelerado de manera significativa durante la segunda mitad de agosto de 2025, impulsada por una combinación de factores técnicos y fundamentales. Los precios han progresado de manera metódica, superando sucesivamente los umbrales psicológicos de 3.500 dólares, luego de 3.600 dólares, antes de establecer su último récord en 3.685 dólares la onza.

Esta progresión notable se inscribe en un contexto donde las condiciones de mercado tradicionalmente favorables a los metales preciosos no están todas reunidas. A diferencia de los rallies históricos, esta subida se produce a pesar de un dólar estadounidense relativamente estable y una volatilidad de los mercados de acciones contenida. Esta particularidad hace que este rally sea particularmente notable y sugiere dinámicas estructurales profundas en marcha.

Las Fuerzas Motrices del Alza

Expectativas de Bajada de Tasas de la Fed

La inminencia de la decisión de política monetaria de la Reserva Federal constituye el catalizador principal de esta subida de precios. Los mercados anticipan con casi total certeza una reducción de 25 puntos básicos durante la reunión del 16 y 17 de septiembre de 2025. Según la herramienta CME FedWatch, la probabilidad de una bajada de 25 puntos básicos alcanza entre el 93% y el 96%, mientras que una reducción más importante de 50 puntos básicos conserva una probabilidad marginal del 4% al 8%.

Esta expectativa de flexibilización monetaria encuentra sus orígenes en el deterioro progresivo del mercado laboral estadounidense. Los datos de empleo de agosto revelaron una creación de solo 22.000 empleos, muy por debajo de las expectativas, mientras que la tasa de desempleo subió al 4,3%, su nivel más alto en casi cuatro años. Más significativamente aún, las revisiones a la baja de los datos de empleo revelaron que la economía estadounidense había creado 911.000 empleos menos de lo previsto durante los últimos doce meses.

El debilitamiento del mercado laboral contrasta con la persistencia de presiones inflacionarias, creando un dilema político complejo para la Fed. El índice de precios al consumidor aumentó un 0,4% en agosto, llevando la tasa anual al 2,9%, mientras que la inflación subyacente permanece en el 3,1%. Esta configuración particular, donde la desaceleración del empleo coexiste con una inflación superior al objetivo del 2% de la Fed, favorece al oro como activo de diversificación.

Debilitamiento del Dólar Estadounidense

El dólar estadounidense atraviesa un período de debilidad marcada que apoya estructuralmente los precios del oro. El índice del dólar DXY ha caído aproximadamente entre un 10% y 11% durante el primer semestre de 2025, registrando su mayor caída desde la introducción del régimen de tipos de cambio flotantes en 1973. Este deterioro refleja no solo las expectativas de flexibilización monetaria, sino también preocupaciones más profundas sobre la trayectoria económica estadounidense.

El debilitamiento del dólar facilita el acceso al oro para los inversores que poseen otras divisas, estimulando mecánicamente la demanda. Esta dinámica se autorrefuerza: cuanto más sube el oro en términos de dólar, más atractivo se vuelve para los poseedores de otras divisas, alimentando un círculo virtuoso de demanda internacional.

Los factores estructurales que pesan sobre el dólar incluyen la relación deuda/PIB estadounidense que se acerca al 130%, uno de los niveles más altos de la historia moderna. La emisión masiva de bonos del Tesoro para financiar los déficits ha creado tensiones en los mercados de bonos, contribuyendo a erosionar la confianza en los activos denominados en dólares. Esta dinámica fiscal desfavorable alimenta los temores sobre la sostenibilidad a largo plazo de la posición dominante del dólar en el sistema monetario internacional.

Demanda Estructural de los Bancos Centrales

Las compras masivas de oro por parte de los bancos centrales constituyen un pilar fundamental del rally actual. China lidera esta tendencia con diez meses consecutivos de compras hasta agosto de 2025, llevando sus reservas a 74,02 millones de onzas troy (aproximadamente 2.302 toneladas). Esta acumulación metódica testimonia una estrategia de diversificación a largo plazo de las reservas chinas, dirigida a reducir la dependencia del dólar estadounidense.

La magnitud de esta estrategia china va más allá del marco puramente financiero. Al aumentar sus reservas de oro a pesar del alza de los precios, Pekín señala una voluntad de reforzar su soberanía monetaria y de protegerse contra eventuales sanciones económicas. Las reservas de oro chinas representan ahora el 7,64% del total de las reservas de cambio del país, un récord que ilustra esta ascensión estratégica.

Esta dinámica china se inscribe en un movimiento más amplio de desdolarización. Otros bancos centrales, notablemente Rusia, Turquía e India, participan en esta tendencia estructural. Según el Consejo Mundial del Oro, las compras oficiales totalizaron 166 toneladas en el segundo trimestre de 2025, manteniendo un ritmo anual superior a 1.000 toneladas por tercer año consecutivo desde 2022.

Estas compras institucionales crean una demanda de fondo que apoya los precios incluso en períodos de volatilidad. A diferencia de los inversores privados, los bancos centrales adoptan un enfoque a largo plazo, poco sensible a las fluctuaciones a corto plazo de los precios. Esta característica confiere una estabilidad estructural al mercado del oro, reduciendo el riesgo de correcciones brutales.

El Impacto de las Tensiones Geopolíticas

Conflictos Regionales e Inestabilidad Mundial

Las tensiones geopolíticas persistentes alimentan la demanda de oro como activo refugio. El conflicto entre Ucrania y Rusia continúa creando incertidumbres importantes, afectando los mercados energéticos y reforzando el atractivo de los metales preciosos. Las disrupciones de las cadenas de suministro energético europeas generan presiones inflacionarias que favorecen tradicionalmente al oro.

En Oriente Medio, la escalada de tensiones entre Israel e Irán ha provocado picos de demanda refugio. Los ataques aéreos israelíes contra las instalaciones nucleares iraníes y las represalias con drones han reavivado los temores de un conflicto regional ampliado. Esta inestabilidad geopolítica en una región crucial para el suministro energético mundial refuerza el atractivo del oro como seguro contra los choques geopolíticos.

La inestabilidad política europea constituye un factor adicional de apoyo a los precios. La fragmentación política en Francia y los desafíos institucionales en otros países europeos crean incertidumbres sobre la estabilidad del euro y las instituciones europeas. Esta situación empuja a los inversores europeos hacia el oro como mecanismo de preservación del patrimonio.

Incertidumbres Comerciales y Tecnológicas

Las tensiones comerciales persistentes entre Estados Unidos y China, aunque temporalmente apaciguadas, continúan alimentando la incertidumbre de los mercados. Las restricciones tecnológicas, particularmente en los sectores de semiconductores e inteligencia artificial, mantienen un clima de desconfianza que favorece las inversiones defensivas.

La administración Trump ha intensificado la presión sobre la independencia de la Reserva Federal, creando interrogantes sobre la credibilidad de las instituciones monetarias estadounidenses. Esta cuestionamiento institucional refuerza el atractivo del oro, activo que no depende de ninguna autoridad central y conserva su valor independientemente de las decisiones políticas.

Los Flujos de Inversión y la Demanda de ETF

Entusiasmo por los ETF Respaldados por Oro

La demanda de ETF respaldados por oro físico ha experimentado un resurgimiento espectacular en 2025. Los flujos entrantes globales en los ETF de oro han alcanzado 43.600 millones de dólares a mediados de agosto de 2025, colocando al año en una trayectoria que podría superar el récord de 49.500 millones establecido en 2020. Este rendimiento notable testimonia el regreso a la gracia del oro entre los inversores institucionales y particulares.

América del Norte domina estos flujos con 24.000 millones de dólares de entradas, dirigiéndose hacia su segunda mejor performance anual. El SPDR Gold Shares (GLD) lidera con 9.600 millones de dólares recaudados, seguido por el iShares Gold Trust (IAU) con 6.100 millones y el SPDR Gold MiniShares Trust (GLDM) con 4.800 millones.

Estas entradas masivas en los ETF reflejan un cambio de percepción estratégica del oro. Los inversores ya no consideran al metal amarillo únicamente como un activo de crisis, sino como un elemento permanente de diversificación de cartera. Esta evolución estructural de la demanda institucional proporciona una base sólida para el mantenimiento de los precios elevados.

Dinámicas Internacionales

Fuera de Estados Unidos, China ha dominado los flujos de ETF de oro con 7.800 millones de dólares, seguida del Reino Unido (2.900 millones), Suiza (2.500 millones), Japón y Francia (1.200 millones cada uno). Esta distribución geográfica diversificada ilustra el carácter global del entusiasmo por el oro, trascendiendo fronteras y divisas.

El aumento de los volúmenes de trading revela también la intensificación del interés. Los volúmenes promedio diarios han alcanzado 290.000 millones de dólares por día, una subida del 2% respecto al mes anterior. Esta liquidez abundante facilita las inversiones institucionales de gran envergadura y reduce los costos de transacción.

Perspectivas y Proyecciones de Expertos

Objetivos de Precio a Corto Plazo

Los analistas anticipan una continuación de la progresión de los precios del oro en los próximos meses. Goldman Sachs mantiene su previsión de 3.700 dólares la onza para finales de 2025 y 4.000 dólares para mediados de 2026, asumiendo una continuación de las compras sostenidas por los bancos centrales. Estas proyecciones se basan en la hipótesis de un entorno de tasas de interés bajas y demanda institucional continua.

Los objetivos técnicos a corto plazo se sitúan alrededor de 3.700 dólares la onza según varios analistas. El cruce de este nivel psicológico podría desencadenar una aceleración técnica, atrayendo nuevas inversiones momentum y propulsando los precios hacia territorios inexplorados.

El análisis técnico revela indicadores alcistas robustos. El oscilador estocástico muestra 91, mientras que el índice de fuerza relativa (RSI) alcanza 70, señalando un momentum alcista fuerte aunque acercándose a condiciones de sobrecompra. Estos niveles sugieren una dinámica positiva sostenida, aunque una consolidación temporal sigue siendo posible.

Escenarios Optimistas

Goldman Sachs contempla escenarios aún más alcistas si las condiciones se deterioran más. Un debilitamiento significativo de la independencia de la Fed podría desencadenar un aumento de la inflación, una subida de los rendimientos de bonos a largo plazo, una caída de las acciones y un declive del estatus de divisa de reserva del dólar. En este contexto, el oro podría alcanzar 4.500 dólares la onza, o incluso 5.000 dólares si el 1% de las inversiones privadas en bonos del Tesoro estadounidense se redirigieran hacia el oro.

Estas proyecciones extremas, aunque representen escenarios de crisis, ilustran el potencial del oro como seguro último contra la inestabilidad sistémica. La magnitud de estos objetivos testimonia la gravedad percibida de los riesgos que pesan sobre el sistema monetario internacional actual.

Factores de Riesgo y Moderación

A pesar del optimismo ambiente, factores de moderación podrían templar el ascenso del oro. Una comunicación más restrictiva de lo previsto de la Fed concerniente a futuras bajadas de tasas podría provocar un reforzamiento temporal del dólar y una corrección de los precios. La mejora inesperada de los datos económicos estadounidenses constituiría también un factor bajista potencial.

El sobrecalentamiento técnico representa otro riesgo a corto plazo. Los indicadores técnicos se acercan a niveles de sobrecompra, sugiriendo que una consolidación o corrección técnica podría intervenir antes de una nueva fase de alza. Estas correcciones son generalmente consideradas como saludables para la salud a largo plazo del mercado alcista.

Implicaciones Sectoriales y Económicas

Impacto en la Industria Minera

La subida espectacular de los precios del oro transforma la economía del sector minero. Las compañías mineras se benefician de márgenes excepcionales, estimulando las inversiones en exploración y desarrollo. Sin embargo, los costos de producción aumentan también bajo el efecto de la inflación de las materias primas y la energía, templando parcialmente los beneficios.

Los desafíos ambientales y regulatorios continúan limitando la expansión de la producción. Los plazos de autorización se extienden ahora de 7 a 10 años en muchas jurisdicciones, frente a 3 a 5 años históricamente. Esta limitación estructural limita la capacidad de la industria para responder rápidamente al aumento de la demanda, apoyando los precios a largo plazo.

La degradación de la calidad de los yacimientos constituye un desafío adicional. La ley promedio de los nuevos descubrimientos de oro ha disminuido aproximadamente un 45% durante la última década, requiriendo operaciones mineras más intensivas para mantener los niveles de producción. Esta realidad geológica apoya estructuralmente los precios al limitar la oferta futura.

Consecuencias para los Sectores Usuarios

La industria de la joyería, tradicionalmente el primer consumidor de oro, enfrenta desafíos crecientes con la subida de los precios. Los joyeros deben adaptar sus estrategias, ya sea repercutiendo los costos en los consumidores finales, o desarrollando productos alternativos. Esta presión podría reducir la demanda física tradicional, aunque el efecto sea generalmente limitado en períodos de fuerte demanda de inversión.

El sector tecnológico, que utiliza oro por sus propiedades conductoras y de resistencia a la corrosión, siente también el impacto del alza de los precios. Los fabricantes de electrónicos y componentes high-tech deben optimizar sus procesos para reducir el consumo de oro o desarrollar sustitutos tecnológicos.

Análisis Comparativo Internacional

Rendimiento Relativo de los Activos

En términos de rendimiento relativo, el oro supera masivamente las otras clases de activos en 2025. Sus ganancias de casi el 40% eclipsan los rendimientos del S&P 500 y superan incluso su pico ajustado por inflación de 1980. Esta superioridad notable posiciona al oro como una de las mejores clases de activos del año, atrayendo la atención de los gestores de cartera institucionales.

La comparación con otros metales preciosos revela la especificidad del rendimiento aurífero. La plata muestra ganancias más modestas a 42,63 dólares la onza, con una baja del 0,2%, mientras que el platino y el paladio permanecen estables respectivamente a 1.401,65 y 1.183,76 dólares la onza. Esta divergencia ilustra los factores específicos del oro, notablemente su estatus monetario único y su demanda institucional sostenida.

Variaciones Regionales de los Precios

Las variaciones de los precios del oro según los mercados regionales reflejan las diferencias de demanda local y los factores de cambio. En el mercado doméstico indio, los precios han testado un récord de 99.929 rupias por diez gramos, ilustrando el impacto de la depreciación de la rupia frente al dólar. Esta dinámica se encuentra en otros mercados emergentes donde las divisas locales se debilitan frente al dólar.

En Europa, los precios en euros permanecen altos pero menos espectaculares que en dólares, reflejando la relativa estabilidad del euro frente al dólar estadounidense. Esta diferenciación regional de precios influye en los flujos de demanda física y los arbitrajes internacionales.

Factores Técnicos y Momentum

Análisis de Soportes y Resistencias

El análisis técnico revela una estructura alcista sólida con soportes bien establecidos. El nivel de 3.600 dólares constituye ahora un soporte técnico mayor tras haber sido superado de manera decisiva. Los anteriores máximos a 3.650 y 3.685 dólares forman una zona de congestión técnica que, una vez superada, podría abrir el camino hacia 3.700 dólares.

Las medias móviles confirman la tendencia alcista. Un cruce bullish se ha formado con la media móvil de 20 días que ha superado la de 50 días, reforzando el momentum alcista. Esta configuración técnica sugiere que la tendencia de fondo permanece intacta a pesar de eventuales consolidaciones temporales.

Volatilidad y Volumen

La volatilidad a un mes del oro ha aumentado estas últimas semanas, provocando un alza de las primas sobre las opciones. Este aumento de la volatilidad implícita refleja las incertidumbres concernientes a las decisiones de política monetaria y los desarrollos geopolíticos. Paradójicamente, esta volatilidad aumentada puede atraer a los traders especulativos, amplificando los movimientos de precio en ambas direcciones.

Los volúmenes de trading permanecen elevados, con un promedio diario de 290.000 millones de dólares. Esta liquidez abundante facilita las transacciones institucionales importantes y reduce el impacto en los precios de las órdenes de gran tamaño. La participación activa de los diferentes segmentos de mercado, de los bancos centrales a los hedge funds, mantiene esta liquidez elevada.

Desafíos y Oportunidades de Inversión

Estrategias de Asignación

Los consejeros financieros recomiendan generalmente limitar la exposición al oro a menos del 3% de una cartera global. Esta recomendación prudente refleja la naturaleza volátil del oro y su potencial de corrección importante. Sin embargo, el contexto macroeconómico actual podría justificar asignaciones ligeramente superiores para los inversores que buscan una protección contra la inestabilidad monetaria y geopolítica.

El enfoque por ETF permanece como el método privilegiado para la exposición al oro según la mayoría de los expertos. Los ETF como el SPDR Gold Shares (GLD) y el iShares Gold Trust (IAU) ofrecen liquidez, eficiencia fiscal y costos reducidos comparados con la tenencia física. Este enfoque evita las complejidades de almacenamiento y seguro asociadas con el oro físico.

Consideraciones Temporales

El timing de inversión en oro presenta desafíos particulares dados los niveles de precio actuales. Los inversores deben evaluar si los fundamentos justifican los precios récord o si una corrección técnica es inminente. El enfoque de inversión progresiva (dollar-cost averaging) puede atenuar los riesgos de timing mientras permite beneficiarse de la tendencia estructural alcista.

Los ciclos estacionales sugieren generalmente una demanda física fuerte en el tercer y cuarto trimestre, seguida de tomas de beneficios potenciales en el primer trimestre. Esta estacionalidad, combinada con los factores macroeconómicos actuales, podría apoyar los precios hasta el final del año antes de eventuales consolidaciones.

Impacto en las Políticas Monetarias Globales

Reacciones de los Bancos Centrales

La subida de los precios del oro influye en las decisiones de política monetaria de los bancos centrales mundiales. La acumulación de oro por numerosos bancos centrales señala una pérdida de confianza relativa en las divisas fiduciarias y el sistema monetario internacional actual. Esta tendencia podría acelerarse si la inestabilidad geopolítica persiste o si la credibilidad de las principales divisas de reserva continúa erosionándose.

La diversificación de las reservas más allá del dólar estadounidense representa un desafío estructural para la hegemonía monetaria estadounidense. Si esta tendencia se intensifica, podría afectar la capacidad de Estados Unidos para financiar sus déficits a costos ventajosos, creando un círculo vicioso que reforzaría aún más el atractivo del oro.

Implicaciones para los Tipos de Cambio

El debilitamiento del dólar frente al oro influye en las paridades de cambio mundiales. Las divisas de los países productores de oro, como Australia y Sudáfrica, se benefician generalmente del alza de los precios del metal precioso. Inversamente, los países importadores de oro, particularmente en Asia, enfrentan presiones sobre sus balanzas comerciales y sus divisas.

Esta redistribución de los flujos monetarios ligados al oro contribuye a la reconfiguración de los equilibrios económicos mundiales. Los países que disponen de reservas de oro importantes refuerzan su posición relativa, mientras que aquellos dependientes de las importaciones del metal precioso ven su posición debilitarse.

Perspectivas de Evolución Estructural

Transformación del Sistema Monetario

La subida del oro se inscribe en una transformación más amplia del sistema monetario internacional. El cuestionamiento del sistema de Bretton Woods establecido después de la Segunda Guerra Mundial se acelera, con la emergencia de bloques monetarios alternativos y la búsqueda de divisas de reserva diversificadas. El oro, como activo monetario tradicional, se beneficia de esta reconfiguración sistémica.

La evolución hacia un sistema multipolar podría ver al oro recuperar un papel oficial en los arreglos internacionales, particularmente en el comercio entre países que buscan circunvalar el sistema dólar. Esta evolución estructural apoyaría duraderamente la demanda institucional y los precios.

Innovación y Adaptación Tecnológica

El desarrollo de nuevos instrumentos financieros respaldados por oro, incluyendo los ETF, los contratos de futuros y los productos derivados, democratiza el acceso al metal precioso. Esta innovación financiera amplía la base de inversores potenciales y acrecienta la liquidez del mercado, apoyando estructuralmente los precios.

La emergencia de tecnologías blockchain aplicadas al oro, notablemente los tokens respaldados por oro físico, podría revolucionar el trading y la tenencia del metal precioso. Estas innovaciones podrían atraer nuevos segmentos de inversores, particularmente las generaciones más jóvenes familiarizadas con los activos digitales.

Conclusión: Un Nuevo Paradigma para el Oro

El establecimiento del récord histórico de 3.685 dólares la onza para el oro en septiembre de 2025 marca mucho más que un simple rendimiento excepcional. Señala la entrada en una nueva era donde las incertidumbres geopolíticas, la inestabilidad monetaria y la búsqueda de alternativas al sistema financiero tradicional convergen para redefinir el papel del oro en la economía mundial.

La combinación única de factores actuales - expectativas de flexibilización monetaria, debilitamiento del dólar, acumulación masiva por los bancos centrales y tensiones geopolíticas persistentes - crea un entorno estructuralmente favorable al metal precioso. Las proyecciones de los analistas, que contemplan precios alcanzando 4.000 a 5.000 dólares la onza en los próximos años, ya no pertenecen al ámbito de la especulación sino al análisis serio de las dinámicas en curso.

El oro recupera así su función histórica de patrón de valor y seguro último contra la inestabilidad sistémica. Su papel en las carteras de inversión evoluciona de un simple activo de diversificación hacia una componente estratégica esencial para la preservación del patrimonio a largo plazo.

Para los inversores, esta nueva situación requiere una reevaluación de las estrategias de asignación y una comprensión profunda de los mecanismos subyacentes que sostienen este rendimiento excepcional. El oro de 2025 ya no es solo un refugio temporal en período de crisis, sino un activo estratégico para navegar en un mundo caracterizado por la inestabilidad estructural y la transformación de los equilibrios monetarios globales.

Esta transformación fundamental del papel del oro en el sistema financiero mundial sugiere que quizás asistimos a los preliminares de una reconfiguración mayor del orden monetario internacional, donde el metal amarillo podría recuperar un lugar central que no había ocupado desde el abandono del patrón oro.

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