Nexperia: cómo los chips congelados amenazan 50 millones de vehículos globales
Nexperia suspendió unilateralmente el envío de obleas a China tras conflicto de gobernanza corporativa. Los inventarios automovilísticos durarán solo semanas: Volkswagen, BMW y Mercedes están en alerta máxima.
La industria automovilística mundial se enfrenta a una nueva crisis de suministro de semiconductores que amenaza con paralizar la producción en cuestión de semanas, a pesar de que China ha flexibilizado recientemente sus controles de exportación sobre los chips del fabricante neerlandés Nexperia. El problema ya no reside únicamente en las restricciones regulatorias, sino en una congelación interna de envíos que ha fracturado la cadena de suministro entre las operaciones europeas y chinas de la compañía.
El conflicto geopolítico que desencadenó la crisis
El epicentro de esta crisis se encuentra en Nexperia, un fabricante de semiconductores con sede en los Países Bajos pero propiedad de la empresa china Wingtech Technology. En octubre de 2025, el gobierno neerlandés asumió el control temporal de Nexperia invocando la Ley de Disponibilidad de Bienes, citando preocupaciones de seguridad nacional y riesgos de transferencia de tecnología a su matriz china. Como parte de esta intervención, un tribunal neerlandés destituyó al director ejecutivo de la compañía, Zhang Xuezheng.
La respuesta de Pekín no se hizo esperar. El 4 de octubre, el Ministerio de Comercio chino impuso controles de exportación que prohibían a Nexperia China y sus subcontratistas exportar ciertos componentes acabados fabricados en el país. Esta medida creó un punto de estrangulamiento inmediato en una cadena de suministro circular: aproximadamente el 70% de los chips fabricados en instalaciones europeas de Nexperia se envían a China para su ensamblaje y pruebas finales antes de ser reexportados globalmente.
La flexibilización que no resolvió el problema
A principios de noviembre, tras una reunión entre el presidente estadounidense Donald Trump y el líder chino Xi Jinping en la cumbre del APEC en Busan, Corea del Sur, China anunció que levantaría parcialmente las restricciones de exportación. El Ministerio de Comercio chino comunicó a la Comisión Europea que las licencias de exportación para chips de Nexperia se concederían de manera más rápida y sencilla para productos destinados a uso civil.
Sin embargo, esta flexibilización regulatoria no ha traducido en una reanudación completa de los suministros. El problema fundamental radica en que Nexperia Países Bajos ha suspendido directamente los envíos de obleas de silicio a su planta china, citando incumplimientos financieros y de gobernanza por parte de la subsidiaria.
La congelación interna: el verdadero cuello de botella
El 29 de octubre de 2025, Nexperia B.V. anunció que había suspendido el suministro directo de obleas a su instalación en Dongguan, China, debido a que la unidad china se negó a realizar los pagos contractuales acordados. Según la compañía, las entidades de Nexperia en China “han dejado de operar dentro del marco de gobernanza corporativa establecido y están ignorando las instrucciones legítimas” de la dirección global.
La situación se ha deteriorado hasta incluir acusaciones de apropiación indebida de sellos corporativos, apertura de cuentas bancarias no autorizadas y envío de cartas no autorizadas con información falsa a clientes y proveedores. Como consecuencia, Nexperia Países Bajos afirma que no puede garantizar “la propiedad intelectual, la tecnología, la autenticidad y los estándares de calidad” de los productos fabricados en China desde mediados de octubre.
Impacto crítico en la industria automovilística
Las consecuencias para los fabricantes de automóviles son potencialmente devastadoras. Nexperia es un proveedor crucial de semiconductores discretos, diodos, transistores y MOSFETs que, aunque tecnológicamente maduros y relativamente económicos, desempeñan funciones vitales en los sistemas eléctricos de los vehículos. Estos componentes se utilizan en todo, desde controles de dirección y sistemas de frenado hasta airbags y controladores de ventanas eléctricas.
La compañía posee aproximadamente el 40% de la cuota de mercado en el segmento de transistores y diodos utilizados en aplicaciones automovilísticas. Con una capacidad de producción superior a 50.000 millones de componentes anuales y ventas de alrededor de 2.000 millones de dólares, de los cuales el 60% proviene de clientes del sector automotriz, Nexperia es virtualmente insustituible a corto plazo.
Advertencias de los fabricantes europeos
La Asociación Europea de Fabricantes de Automóviles (ACEA) ha advertido repetidamente que las existencias actuales de chips solo durarán unas pocas semanas. Funcionarios de la industria han declarado que están trabajando “las 24 horas del día” para identificar fuentes alternativas, con un ejecutivo advirtiendo que sin la reanudación de los envíos de obleas desde Europa, las existencias en China podrían agotarse a mediados de diciembre.
Volkswagen, el mayor fabricante de automóviles de Alemania, estableció un grupo de trabajo dedicado para investigar cómo los componentes de Nexperia fluyen a través de sus cientos de variantes de proveedores. Aunque la compañía ha indicado que sus plantas en Alemania aún no han sido afectadas, advirtió que la situación sigue siendo “dinámica e incierta”. Se ha informado que Volkswagen estaba preparándose para detener el ensamblaje de modelos clave, incluidos el Golf y el Tiguan, debido a la escasez.
BMW, Mercedes-Benz, Stellantis y Renault también han indicado que están monitoreando los desarrollos de cerca, aunque ninguno ha declarado públicamente que sus cadenas de suministro se hayan normalizado completamente.
El desafío de encontrar alternativas
Cambiar a proveedores alternativos no es una solución rápida. Incluso cuando el mismo tipo de chip está disponible de otros fabricantes, aprobar nuevos proveedores y establecer la producción puede llevar varios meses. Los componentes deben pasar por rigurosos procesos de homologación para cumplir con estrictas normas de cualificación automotriz como AEC Q100 y Q101.
La industria opera con sistemas de fabricación just-in-time precisamente calibrados, donde la escasez de componentes que representan una fracción del contenido total de semiconductores puede hacer que arquitecturas vehiculares completas sean inoperables. Como señaló un experto de la industria, “una escasez de chips que representa quizás una décima parte del uno por ciento del contenido total de semiconductores puede hacer que arquitecturas vehiculares completas sean inoperables”.
Perspectivas inciertas
Aunque Aumovio, un importante proveedor automotriz alemán recientemente escindido de Continental, confirmó que recibió una exención de exportación y reanudó el envío de semiconductores Nexperia, el director ejecutivo de la compañía advirtió que “tomará algún tiempo hasta que todos los procesos y procedimientos funcionen normalmente de nuevo” y que “en las próximas cuatro a seis semanas, todavía podría haber problemas con el suministro”.
La ACEA, aunque reconoció el desarrollo positivo de la flexibilización china, enfatizó que persisten incertidumbres críticas: “Damos la bienvenida al anuncio chino que levanta los controles de exportación, pero no tendremos suficientes chips para satisfacer la demanda global mientras haya restricciones en la exportación de obleas a China. Nos estamos moviendo en la dirección correcta, pero aún no está resuelto”.
Si no se logra una resolución pronto, cientos de líneas de producción industrial y automovilística podrían paralizarse tan pronto como diciembre de 2025. Los ejecutivos de los principales fabricantes de equipos originales estiman que solo tienen unas pocas semanas de chips en inventario. En Brasil, un centro crucial para la fabricación automotriz, algunos productores podrían necesitar cesar operaciones dentro de las próximas dos o tres semanas si la crisis persiste.
Conclusión
La crisis de Nexperia ilustra cómo las tensiones geopolíticas pueden impactar rápidamente cadenas de suministro globales altamente interconectadas. A pesar de la flexibilización de las normas de exportación chinas, la congelación interna de envíos de obleas entre las operaciones europeas y chinas de la compañía representa ahora el principal obstáculo para la reanudación de los suministros. Con inventarios menguantes y alternativas limitadas a corto plazo, la industria automovilística mundial enfrenta semanas críticas en las que una resolución diplomática y corporativa será esencial para evitar paralizaciones generalizadas de la producción.