La ONU advierte que los países en desarrollo se enfrentan a una crisis de deuda de 31 billones de dólares
¿Decisión imposible o catástrofe anunciada? Los gobiernos enfrentan la peor crisis de deuda en décadas. Descubre cómo 31 billones están frenando el desarrollo de medio planeta.
La secretaria general de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD), Rebeca Grynspan, lanzó una advertencia alarmante durante la inauguración de la UNCTAD 16 en Ginebra: los países en desarrollo enfrentan una crisis de deuda sin precedentes que ha alcanzado los 31 billones de dólares, poniendo en jaque su capacidad de invertir en educación, salud e infraestructura básica.
Decisiones imposibles entre deuda y desarrollo
Durante su intervención ante los representantes de los 195 Estados miembros de UNCTAD el pasado 20 de octubre, Grynspan describió la dramática situación que enfrentan las naciones más vulnerables del planeta. “Una crisis de deuda y desarrollo aún enfrenta a los países con opciones imposibles”, declaró la funcionaria costarricense. “Tienen que decidir: incumplir su deuda o continuar con su desarrollo”.
La magnitud de esta crisis es devastadora para la población mundial. Según los datos más recientes de UNCTAD, 3.400 millones de personas viven en países donde los gobiernos gastan más en el servicio de la deuda que en salud o educación combinadas. Esta cifra representa casi la mitad de la población mundial, evidenciando el alcance global del problema.
Aumento exponencial de los costos financieros
Los números revelan la severidad de la crisis. En 2024, los países en desarrollo pagaron una cifra récord de 921.000 millones de dólares en intereses, lo que representa un incremento del 10% respecto al año anterior. Esta deuda de 31 billones representa aproximadamente un tercio de la deuda pública global total, que asciende a 102 billones de dólares.
La situación se ha deteriorado significativamente desde 2020. Las tasas de interés para los países en desarrollo han sido, en promedio, entre dos y cuatro veces superiores a las de naciones desarrolladas como Estados Unidos. Actualmente, 61 países destinan al menos el 10% de sus ingresos gubernamentales al pago de intereses de deuda, casi el doble que hace una década.
Factores que agravan la crisis
Incertidumbre comercial y aranceles
Grynspan también alertó sobre el impacto de las políticas comerciales proteccionistas en el agravamiento de la crisis. Los aranceles aplicados por las principales economías, incluido Estados Unidos, han saltado este año de un promedio del 2,8% a más del 20%. “La incertidumbre es el arancel más alto posible”, advirtió, explicando que “desalienta la inversión, ralentiza el crecimiento y hace que el comercio como camino hacia el desarrollo sea mucho más difícil”.
Disminución de flujos de inversión
La secretaria general de UNCTAD también destacó que los flujos de inversión global están retrocediendo por segundo año consecutivo, “erosionando el crecimiento del mañana”. El sistema actual de inversión favorece proyectos en economías más ricas, haciendo que un dólar estadounidense sea “tres veces más caro en Zambia que en Zúrich”.
Costos de transporte volátiles
Los países sin salida al mar y los pequeños Estados insulares en desarrollo enfrentan costos de transporte “hasta tres veces superiores a la media mundial”, lo que agrava aún más sus desventajas competitivas y económicas.
El llamado de la presidenta de la Asamblea General
Annalena Baerbock, presidenta de la Asamblea General de la ONU, reforzó las preocupaciones de Grynspan durante la conferencia. Baerbock advirtió que esta situación significa que “en lugar de poder invertir en el futuro de su gente construyendo más escuelas o ampliando las instalaciones de salud, muchos gobiernos están gastando fondos valiosos en el servicio de la deuda”.
La funcionaria alemana también señaló que la confianza en el sistema internacional se está “erosionando”, destacando que aunque la economía mundial vale más de 100 billones de dólares al año, una de cada dos personas ha visto poco o ningún aumento en sus ingresos durante una generación.
Perspectivas regionales de la crisis
Según las cifras de UNCTAD basadas en datos del Fondo Monetario Internacional, la distribución regional de la deuda muestra marcadas desigualdades:
- Asia y Oceanía acumulan el 24% de la deuda pública global
- Latinoamérica representa el 5%
- África concentra el 2%
- Los países desarrollados mantienen más del 70% de la deuda global
Esta distribución revela una paradoja: mientras los países desarrollados concentran la mayor parte de la deuda global, son los países en desarrollo los que enfrentan las consecuencias más severas debido a las altas tasas de interés y la limitada capacidad fiscal para manejar estos compromisos.
Impacto en el desarrollo sostenible
La crisis de deuda está comprometiendo seriamente el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la Agenda 2030. Como señaló Baerbock, “sin una reforma profunda de las instituciones financieras, y a menos que resolvamos la trampa viciosa de la deuda, nunca cumpliremos con los ODS”.
El Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) ha advertido que esta crisis podría resultar en “una década perdida de progreso en desarrollo” para muchas de las naciones más pobres del mundo. Los países más pobres han visto sus costos de servicio de deuda triplicarse y los pagos de intereses cuadruplicarse en la última década.
Propuestas de reforma del sistema financiero
Ante esta crisis, UNCTAD y otras organizaciones internacionales han propuesto tres reformas clave de política de deuda:
- Un marco de reestructuración de deuda más efectivo y ordenado que garantice acceso a todos los países en desarrollo cuando sea necesario
- Una iniciativa sistémica de alivio de deuda para apoyar a los países más pobres a romper el ciclo vicioso de subinversión en desarrollo
- Reducción de los costos excesivamente altos de préstamos para permitir que los países en desarrollo inviertan en crecimiento a largo plazo
El contexto de UNCTAD 16
La conferencia UNCTAD 16, que se celebra del 20 al 23 de octubre de 2025 en Ginebra, reúne a jefes de Estado y gobierno, ministros de comercio y economía, y otros actores prominentes del mundo empresarial, la sociedad civil y la academia. Con el tema “Dando forma al futuro: impulsando la transformación económica para un desarrollo equitativo, inclusivo y sostenible”, la conferencia busca formas prácticas de restablecer la previsibilidad en el comercio, aliviar las presiones de la deuda y dirigir la inversión hacia la economía real.
La advertencia de la ONU sobre la crisis de deuda de 31 billones de dólares subraya la urgencia de reformar el sistema financiero internacional para evitar que esta crisis se convierta en una catástrofe humanitaria y de desarrollo a escala global.
¿Crisis de deuda o trampa del desarrollo?
Los gobiernos gastan más en intereses que en hospitales y escuelas.
31 billones que asfixian el futuro
La deuda representa un tercio del total mundial, con intereses récord.
Decisiones imposibles para 195 países
¿Pagar a los acreedores o invertir en la población? El dilema actual.