Las acciones mundiales caen mientras el director ejecutivo de Alphabet advierte sobre una burbuja de IA
Pichai lanza la bomba: ninguna empresa escapará si la burbuja de IA estalla. Los mercados se desploman en pánico.
La volatilidad que caracteriza a los mercados globales en noviembre de 2025 refleja una preocupación creciente entre inversores y analistas: el miedo a una corrección significativa en el sector de la inteligencia artificial. Sundar Pichai, CEO de Alphabet, realizó recientemente declaraciones alarmantes a la BBC reconociendo que ninguna empresa será inmune si la burbuja de la IA estalla, generando una onda de incertidumbre que ha impactado directamente en las bolsas mundiales.
Una caída sincronizada en mercados globales
Las principales bolsas experimentan ventas masivas. Los mercados europeos abrieron con retrocesos significativos el viernes 14 de noviembre, con el FTSE 100 cayendo más del 1,1%, el Stoxx 600 perdiendo casi un 1%, el DAX alemán cediendo más de un 0,7% y el CAC 40 de París bajando cerca de un 0,7%. Los índices de Madrid y Milán retrocedieron un 1,2% y un 1% respectivamente, mientras que Wall Street sufrió una de sus sesiones más débiles desde abril, con el S&P 500 bajando un 1,7%, el Dow Jones cayendo un 1,7% y el Nasdaq retrocediendo un 2,3%.
En Asia, los mercados también replicaron el tono bajista. Las firmas japonesas Tokyo Electron, Advantest y Softbank fueron las más castigadas, mientras que el Kospi surcoreano cayó un 3,81%. Este comportamiento sincronizado demuestra cómo la preocupación por las valoraciones infladas en tecnología e IA se ha convertido en un factor determinante para los mercados globales.
Las compañías de tecnología vinculadas a la IA sufrieron especialmente las ventas masivas: Nvidia cayó un 3,6%, Super Micro Computer un 7,4%, Palantir un 6,5% y Broadcom un 4,3%.
Los elementos de irracionalidad que preocupan a los líderes tecnológicos
Pichai admitió en su entrevista con la BBC que existen “elementos de irracionalidad” en el mercado actual, coincidiendo con advertencias previas sobre “exuberancia irracional”. Su preocupación está fundamentada en datos concretos: el capital destinado a inteligencia artificial ha superado por primera vez al consumo estadounidense como principal motor de crecimiento económico para 2025, contribuyendo con el 1,1% al crecimiento del PIB estadounidense solo en el primer semestre.
Las empresas tecnológicas relacionadas con la IA han acaparado el 75% de los rendimientos del S&P 500 desde el lanzamiento de ChatGPT en 2022. Dos tercios del valor total de las inversiones en Estados Unidos durante 2025 se han dirigido hacia empresas del sector de IA, en comparación con apenas el 23% registrado dos años antes.
Sin embargo, investigaciones del MIT revelan una realidad preocupante: el 95% de las 52 organizaciones estudiadas no ha obtenido retorno alguno sobre sus inversiones en IA generativa, a pesar de haber desembolsado entre 30.000 y 40.000 millones de dólares en más de 300 iniciativas.
Las limitaciones técnicas de los modelos actuales
Pichai también ha expresado públicamente sus preocupaciones respecto a la precisión en las respuestas generadas por los modelos de IA, advirtiendo sobre no confiar ciegamente en lo que ofrece esta tecnología. La sofisticación aparente de estos sistemas puede ocultar fallos fundamentales: desde errores lógicos hasta incapacidad para mantener largas cadenas operativas sin intervención humana.
Este reconocimiento de limitaciones contrasta con el fervor especulativo que ha caracterizado a los mercados durante el último año, donde las acciones de Alphabet han subido cerca de un 46% en 2025 gracias a las expectativas de los inversores sobre su capacidad para competir con OpenAI.
¿Burbuja o superciclo? La incertidumbre persiste
Mientras que algunos líderes tecnológicos, como Lisa Su, CEO de AMD, sostienen que la inteligencia artificial está abriendo un “superciclo” que transformará radicalmente la economía global durante una década, Pichai es más cauteloso. El ritmo acelerado del sector y el volumen significativo de recursos involucrados generan temores sobre una corrección brusca que podría tener efectos dominó en toda la economía digital.
La interdependencia entre los grandes actores es tan considerable que un fallo en uno de ellos podría arrastrar a los demás en una reacción encadenada, reminiscente de lo ocurrido durante la crisis financiera de 2008. Las extraordinarias subidas del sector este año han provocado comparaciones con la burbuja puntocom del año 2000, alimentando dudas sobre cuánto más pueden subir los precios en el contexto actual.
Noviembre marca un punto de inflexión
“Noviembre ha traído mayor volatilidad a los mercados bursátiles globales”, según análisis de especialistas. A diferencia de octubre, la mayoría de los índices principales se han estancado, sin lograr alcanzar nuevos máximos históricos. Los inversores han reducido considerablemente las expectativas de un recorte de tasas de la Reserva Federal en diciembre, con los mercados otorgando actualmente una probabilidad cercana al 40% a un recorte de 25 puntos básicos, frente a más del 60% a principios de mes.
El factor energético y ambiental
Pichai también ha advertido sobre las “inmensas” necesidades energéticas de la IA, señalando que los objetivos de Alphabet de consumo neto cero se retrasarán conforme aumente la potencia de cálculo requerida por estos sistemas. Este factor añade una dimensión adicional a las preocupaciones sobre la sostenibilidad del auge actual.
Conclusión: Expectativa vs. Realidad
Las declaraciones de Sundar Pichai reflejan un cambio importante en el tono entre los líderes tecnológicos. Aunque reconocen el potencial transformador de la inteligencia artificial, ahora advierten sobre valoraciones excesivas y expectativas poco realistas a corto plazo. Si efectivamente se produce el estallido anunciado por Pichai, las pérdidas podrían ser significativas y nadie quedaría fuera de sus consecuencias.
La inteligencia artificial no desaparecerá; sin embargo, seguramente experimentará un ajuste necesario en cuanto a expectativas. El mensaje lanzado por el CEO de Alphabet apela a mantener un escepticismo constructivo mientras avanzamos con criterio, sin dejarnos llevar por modas pasajeras. En toda revolución tecnológica siempre habrá ganadores y perdedores, y seguramente habrá más sorpresas inesperadas por venir.