Las inversiones circulares de los gigantes tecnológicos en IA suscitan advertencias sobre una posible burbuja
OpenAI, Nvidia y AMD crean ecosistemas circulares de 100.000M$. Sam Altman y Jeff Bezos advierten: la burbuja IA podría estallar como las puntocom.
Resumen principal
Las inversiones cruzadas y circulares entre gigantes tecnológicos como OpenAI, Nvidia, AMD, Microsoft, Google y Amazon han saltado a niveles históricos en el sector de la inteligencia artificial (IA). Estas operaciones, en las que el cliente y el proveedor se convierten a la vez en inversionista y socio, están redibujando el ecosistema financiero y operativo tecnológico. Analistas, grandes fondos y algunos de los protagonistas (como Sam Altman y Jeff Bezos) advierten que estas dinámicas podrían estar inflando una burbuja especulativa que amenaza tanto la estabilidad del sector como la de los mercados globales.
¿Qué son las inversiones circulares en IA?
En los últimos meses, se han concretado grandes operaciones circulares: OpenAI compra hardware a AMD y Nvidia para alimentar su infraestructura de IA mientras recibe a su vez warrants o participaciones en esas empresas de semiconductores. Por ejemplo, OpenAI podrá obtener hasta un 10% del capital de AMD si se cumplen ciertos hitos vinculados al precio de sus acciones y la entrega de hardware, en lo que se ha calificado de ecosistema “circular”.
Del mismo modo, Nvidia ha anunciado una histórica inversión de 100.000 millones de dólares en OpenAI, obteniendo a cambio participación accionaria y asegurándose a un cliente clave para su expansión. Ambas partes se comprometen a construir infraestructuras de cómputo de última generación, cerrando así circuitos financieros y operativos que refuerzan la dependencia mutua. Estos movimientos se repiten entre otros rivales como Microsoft, Amazon y Meta.
Magnitud y concentración de las inversiones
El fenómeno es global y de una magnitud sin precedentes:
- Solo en 2025, las inversiones anuales de las Big Tech en IA superan los 400.000 millones de dólares a escala global, y se prevé que rebasen los 500.000 millones al año en EE. UU. para 2030.
- El capital riesgo destinado a startups de IA ha crecido exponencialmente, con más de 73.000 millones de dólares recaudados solo en el primer trimestre de 2025, el 58% de toda la financiación global de start-ups.
- Las inversiones suelen recalar en un puñado de empresas: Nvidia, Microsoft, Alphabet (Google), Amazon y Meta concentran la mayor parte del gasto y de la capitalización bursátil vinculada a la IA, creando fuertes barreras de entrada para nuevos competidores.
Advertencias sobre riesgos y burbuja
Diversas voces reconocidas han levantado señales de alarma:
- Sam Altman (CEO de OpenAI) reconoce que “es bastante posible que haya una burbuja en torno a la inteligencia artificial” y que las valoraciones pueden estar infladas respecto al valor real generado. Lo mismo advierten Mark Zuckerberg y Jeff Bezos, quien agrega que “hoy se financian ideas buenas y malas por igual; eso es propio de una burbuja”.
- Analistas de fondos como GIC de Singapur y TPG alertan de valoraciones excesivas de startups y sobreinversión marcada más por el temor a quedarse fuera que por expectativas realistas de retorno.
- Comparaciones históricas con la burbuja de las puntocom de los años 2000 son cada vez más frecuentes. Se mencionan dinámicas de euforia, valorización incluso sin modelos de negocio rentables y la sensación de que “esta vez es diferente”.
Opiniones contrapuestas
No todo el entorno financiero ve una burbuja inevitable:
- Analistas de Goldman Sachs matizan que, aunque existen similitudes con procesos especulativos pasados, el crecimiento fundamental de la IA, los balances sólidos de las Big Tech y el liderazgo de unas pocas firmas hacen que el fenómeno aún no iguale las burbujas históricas. Recomiendan, eso sí, extremar la diversificación y la prudencia ante los altos niveles de concentración y competencia creciente.
Riesgos sistémicos y regulaciones
- Reguladores como la CNMV, la ESMA y el Banco de Inglaterra han emitido advertencias sobre la utilización masiva de IA en mercados, el riesgo de asesoramiento erróneo mediante algoritmos automatizados y la falta de protección para los inversores minoristas frente a posibles colapsos.
- Existe temor sobre una “circularidad excesiva” que podría amplificar las disrupciones si los precios de mercado caen o la financiación se detiene abruptamente, afectando a todas las partes de la cadena de valor.
Consecuencias posibles y lecciones históricas
Las burbujas tecnológicas no suelen implicar la desaparición de la tecnología subyacente, pero sí devastan proyectos especulativos y dejan en pie solo a aquellos con modelos de negocio robustos. Si la burbuja de la IA estalla, el golpe será global, pero los grandes, con sólidos fundamentos y diversificación, pueden sobrevivir y consolidar aún más su dominio.
Conclusión
La circularidad de las inversiones en IA entre los gigantes tecnológicos alimenta un ecosistema de grandes apuestas y dependencia mutua que acelera la innovación, pero hace el sector más vulnerable a shocks financieros y expectativas no cumplidas. Las advertencias sobre una burbuja son cada vez más visibles, aunque su desenlace dependerá del equilibrio entre la creación real de valor y el entusiasmo especulativo. La regulación, la vigilancia sobre los riesgos sistémicos y una mayor transparencia serán claves para evitar episodios traumáticos comparables con los vividos en el pasado tecnológico reciente.