Trump bloquea las ventas de chips Nvidia Blackwell a China
Trump cierra el grifo tecnológico: Nvidia Blackwell solo para EE.UU. China pierde acceso a los chips de IA más potentes del mundo.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha confirmado que los chips de inteligencia artificial más avanzados de Nvidia, la familia Blackwell, no estarán disponibles para China ni otros países, reservándolos exclusivamente para uso estadounidense en un movimiento que marca un endurecimiento significativo de la política tecnológica del país.
Declaraciones contundentes sobre restricciones tecnológicas
En una entrevista grabada que se emitió el domingo 2 de noviembre en el programa 60 Minutes de CBS, y en declaraciones a periodistas a bordo del Air Force One, Trump fue claro respecto a su posición sobre los chips Blackwell de Nvidia, los procesadores más potentes del mundo para aplicaciones de inteligencia artificial.
“Lo más avanzado, no permitiremos que nadie más lo tenga excepto Estados Unidos”, declaró Trump durante la entrevista. Durante su vuelo de regreso a Washington desde Florida, añadió: “El nuevo Blackwell que acaba de salir está 10 años por delante de cualquier otro chip… Pero no, no damos ese chip a otras personas”.
Trump también enfatizó: “No podemos venderlos a China. No podemos venderlos a otras personas”, refiriéndose específicamente a los chips de IA Blackwell de Nvidia, que se consideran entre los procesadores más potentes para aplicaciones de inteligencia artificial.
Contexto geopolítico y reunión Trump-Xi
Estas declaraciones llegan días después de que Trump y el presidente chino Xi Jinping se reunieran en Corea del Sur el 29 de octubre, su primer encuentro en persona desde 2019. Aunque Trump había sugerido anteriormente que podría discutir las exportaciones de chips Nvidia con Xi, finalmente confirmó que el tema de los chips Blackwell no se abordó durante la cumbre.
“Discutimos chips”, dijo Trump tras la reunión, “y eso es principalmente entre ellos [China] y Nvidia, pero somos algo así como los árbitros”. Sin embargo, aclaró específicamente: “No estamos hablando sobre el Blackwell. Eso acaba de salir ayer”.
La reunión entre ambos líderes sí logró avances en otros frentes comerciales, incluyendo una reducción de aranceles estadounidenses sobre productos chinos del 57% al 47%, la suspensión de controles de exportación de tierras raras por parte de China, y compromisos sobre compras de soja estadounidense y esfuerzos contra el fentanilo.
La tecnología Blackwell: una ventaja estratégica
La familia de chips Blackwell de Nvidia representa la última generación de semiconductores de inteligencia artificial y el estándar industrial para desarrollar y ejecutar grandes modelos de lenguaje como ChatGPT de OpenAI. Estos procesadores tienen capacidades que superan con creces las de los semiconductores que Washington prohibió efectivamente exportar a China hace varios años, así como cualquier alternativa actualmente disponible de competidores chinos como Huawei Technologies.
El chip B300, el modelo más avanzado de la familia Blackwell, ofrece 15 petaflops de rendimiento en cálculos FP4, 288 GB de memoria HBM3E y velocidades de interconexión mejoradas. Los comentarios de Trump sugieren que estos procesadores de vanguardia permanecerán exclusivamente en territorio estadounidense.
Reacciones en Washington: alivio entre halcones de China
La postura firme de Trump ha generado alivio entre funcionarios estadounidenses preocupados por la competencia tecnológica con China. Muchos habían temido que el presidente, en un esfuerzo por alcanzar un acuerdo comercial más amplio con Beijing, pudiera ceder lo que consideran el activo tecnológico más fuerte del país, con importantes implicaciones de seguridad nacional.
El congresista republicano John Moolenaar, presidente del Comité Selecto de la Cámara sobre China, había comparado previamente la propuesta de vender chips Blackwell a empresas chinas con “entregarle uranio apto para armas a Irán”. La firme posición de Trump ha disipado estas preocupaciones en Capitol Hill.
Además, poco después de que Trump y Xi concluyeran su reunión, legisladores presentaron a la Cámara de Representantes un proyecto de ley bipartidista que requeriría que fabricantes de chips como Nvidia prioricen a clientes estadounidenses antes de vender chips a compradores en países con embargo de armas, incluida China.
La posición de Nvidia: esperanza frente a realidad
El CEO de Nvidia, Jensen Huang, ha expresado repetidamente su esperanza de poder vender alguna versión de los chips Blackwell a China, argumentando que las restricciones comerciales perjudican la competitividad estadounidense.
“Espero que algún día” podamos vender aceleradores de IA de esa familia de productos en China, dijo Huang a periodistas en Corea del Sur el viernes 31 de octubre. “Creo que es realmente bueno para Estados Unidos y es realmente bueno para China que Nvidia pueda participar en el mercado chino”.
Sin embargo, Huang también reconoció la realidad política: “No se han tomado decisiones, y veremos cómo resulta”, afirmó el CEO de 62 años sobre los planes de exportación de Blackwell. La compañía confirmó que no ha solicitado los permisos de Washington necesarios para vender chips Blackwell a China, permisos requeridos bajo los controles de exportación impuestos por primera vez en 2022.
El chip B30A: una alternativa descartada
Durante meses, la industria especuló sobre un posible chip B30A, una versión reducida del Blackwell diseñada específicamente para el mercado chino. Según reportes, el B30A ofrecería aproximadamente la mitad del rendimiento del B300 insignia: un diseño de chip único (en lugar de dos chiplets), 144 GB de memoria HBM3E (frente a 288 GB), y un rendimiento de procesamiento significativamente reducido.
Aunque este chip habría superado con creces el rendimiento del H20 —el modelo actual que Nvidia puede vender en China con restricciones— las declaraciones de Trump sugieren que incluso esta versión reducida no recibirá aprobación para exportación.
Trump había sugerido en agosto que podría hacer un trato con una versión “mejorada de manera negativa” del Blackwell, es decir, “quitarle del 30% al 50%”. Sin embargo, sus comentarios más recientes indican un endurecimiento de esta postura. En la entrevista con CBS, Trump dejó abierta la posibilidad de acceso a un modelo degradado: “Les permitiremos tratar con Nvidia, pero no en términos de lo más avanzado”.
Implicaciones para el liderazgo en IA
La decisión de Trump tiene implicaciones profundas para la competencia en inteligencia artificial entre Estados Unidos y China. Según análisis del Institute for Progress, si se prohibieran todas las exportaciones de chips de IA estadounidenses a China en 2026, Estados Unidos obtendría 31 veces más potencia de cómputo de IA que China.
Si se hubieran aprobado exportaciones del B30A, esta ventaja se habría reducido a menos de 4 veces. En los escenarios de exportación más agresivos que involucraban ventas del chip B30A y chips de IA comparables de todas las demás compañías estadounidenses de chips de IA, esta ventaja se habría invertido, con China obteniendo una ventaja de 1.1 veces sobre Estados Unidos.
Los controles de exportación estadounidenses y aliados han tenido éxito en restringir la capacidad de China para entrenar y desplegar modelos de IA de frontera a gran escala. Hoy en día, Estados Unidos mantiene una ventaja estimada de cinco veces en capacidad de supercomputación de IA sobre China. Las empresas tecnológicas chinas citan repetidamente la escasez de chips de IA como el mayor cuello de botella para su desarrollo e implementación de IA.
Excepciones estratégicas: el caso de Corea del Sur
Mientras Trump mantiene firme su posición respecto a China, ha mostrado flexibilidad con aliados cercanos. El 31 de octubre, Nvidia anunció que suministrará más de 260,000 chips Blackwell de IA a Corea del Sur y algunas de las empresas más grandes del país, incluida Samsung Electronics.
Corea del Sur, como aliado cercano de Estados Unidos, no está sujeta a las mismas prohibiciones impuestas a China. El acuerdo se considera una piedra angular de la estrategia del presidente surcoreano para convertir al país en un centro global de IA.
“Así como las fábricas físicas de Corea impulsaron el crecimiento industrial, estas fábricas de IA impulsarán la transformación digital”, declaró un portavoz del gobierno surcoreano.
Perspectivas y desafíos futuros
La postura de Trump representa un punto de inflexión en la estrategia de control de exportaciones de Estados Unidos. A diferencia de la primera administración Trump, que instituyó los controles de exportación iniciales en 2022, y de la administración Biden, que los amplió, la actual política sugiere una línea aún más dura sobre las tecnologías de vanguardia.
La decisión plantea interrogantes sobre el futuro de las relaciones tecnológicas entre Estados Unidos y China. Mientras Beijing ha desalentado recientemente a empresas chinas de usar incluso los chips H20 de Nvidia, favoreciendo alternativas domésticas como los chips de Huawei, el acceso a tecnología estadounidense de punta sigue siendo una prioridad para el desarrollo de IA de China.
Para Nvidia, que se convirtió recientemente en la primera empresa de 5 billones de dólares en valor de mercado, la exclusión del mercado chino representa miles de millones en ingresos perdidos. La compañía había cancelado miles de millones de dólares en ingresos a principios de año cuando el equipo de Trump restringió las ventas del procesador H20 menos avanzado, aunque Washington posteriormente revirtió el curso y aprobó los envíos de chips H20.
La declaración de Trump de que los chips Blackwell están “10 años por delante de cualquier otro chip” subraya la importancia estratégica de esta tecnología en la competencia global por el liderazgo en inteligencia artificial. Al mantener estos procesadores exclusivamente para uso estadounidense, la administración Trump busca preservar una ventaja tecnológica decisiva en lo que se considera la tecnología más transformadora del siglo XXI.